2025-08-25 19:23:00
México se corona campeón de la Serie Mundial Cal Ripken 2025 en la categoría Sub-8, venciendo en una final espectacular a Estados Unidos. Sin duda, una hazaña que llena de orgullo —y también despierta una pregunta recurrente en mi grupo de WhatsApp de amigos de la infancia: ¿por qué si vemos talento tan joven, no hay seguimiento para que todos lleguen a ser beisbolistas profesionales?
Mi respuesta fue clara: hay factores determinantes y condicionantes —muchos de ellos genéticos, otros de entrenamiento— que hacen imposible asegurar a los 8 años si ese niño o niña llegará al alto rendimiento.
Factores genéticos y biológicos
• La estatura, por supuesto, abre ciertas ventajas —más en el juego que en la medición, claro—, pero su determinación genética es sólo parte del panorama.
Genes como ACTN3 (actinina alfa-3) y ACE (enzima convertidora de angiotensina) influyen en la composición muscular —contracción rápida o lenta—, pero aunque afectan fuerza y resistencia, no predicen con certeza el éxito deportivo.
• De hecho, aunque se han identificado decenas de variantes genéticas asociadas al rendimiento, ninguna predice el éxito de forma fiable.
• Existen también variaciones individuales en cómo responde cada cuerpo al entrenamiento; la genética explica entre un 30 % y 80 % del rendimiento, pero este rango puede modificarse dependiendo del deporte, ya que el factor biológico determinante varía según la disciplina.
Capacidad coordinativa, agudeza visual y entrenabilidad
• La coordinación, el balance, la agilidad, la agudeza visual y habilidades perceptivo-motoras aún están en desarrollo, y dependen del entorno, práctica variada y edad biológica más que cronológica.
• Las fases sensibles del desarrollo motor son conceptos controvertidos. Algunas teorías plantean periodos donde ciertas habilidades serían más entrenables, pero la evidencia científica sólida aún es limitada. Sin embargo, a pesar de no contar con una base concluyente que permita diseñar entrenamientos únicamente en función de estas fases, es preferible contar con ese marco de referencia que hacerlo sin control alguno.
• Además, entrenadores inexpertos o ansiosos muchas veces no respetan dichas fases: aceleran procesos biológicos al imponer cargas intensas desde edades tempranas, lo cual puede provocar sobreentrenamiento, lesiones o desmotivación.
Riesgos del entrenamiento temprano y especialización
• La especialización deportiva temprana —enfocarse intensamente en un solo deporte desde muy niño— conlleva múltiples riesgos: lesiones por uso excesivo, burnout emocional, abandono, y desarrollo motor limitado.
• Estudios de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) han mostrado que atletas que practicaron varios deportes en la adolescencia profesional tuvieron más partidos jugados, mayor eficiencia y menos lesiones, frente a quienes se especializaron desde temprano.
• Las lesiones recurrentes, como las por sobreuso en codo o hombro en béisbol juvenil, pueden limitar el potencial futuro —y son frecuentes en quienes salen de modelos de entrenamiento intensivo desde pequeños.
• La falta de diversidad deportiva también priva al niño de desarrollar amplitud motriz y adaptabilidad, indispensables en etapas posteriores.
La importancia de la motivación intrínseca y el disfrute
• Muchos jóvenes que destacan a nivel temprano pierden la motivación o se sienten obligados a entrenar —no por pasión, sino por presión externa— lo que incrementa el riesgo de abandono.
• El verdadero predictor de éxito a largo plazo parece estar más vinculado a la combinación de talento natural, la suerte de evitar lesiones, y sobre todo, la pasión sostenida, no a la sobreexposición intensa desde los 8 años.
Así que, aunque el título Sub-8 es motivo de celebración y esperanza, es imprudente asumir que esos niños llegarán seguros al béisbol profesional. La confluencia de factores genéticos, maduración física y mental, calidad del entrenamiento, diversidad motriz, salud emocional, equilibrio entre carga y descanso, y, sobre todo, el disfrute del juego, determina quién perdura.
Ganador a los 8, campeón a los 18, estrella a los 28… el camino está lleno de bifurcaciones, no de certezas.
El juego que no cansa
Alfonso Geoffrey Recoder Renteral
Especialista en gestión, dirección y administración en el deporte, doctor Honoris Causa, posdoctorando en Derecho, doctor en Ciencias de la Educación, doctorante en Administración y Política Pública, maestro en Gestión de Entidades Deportivas, maestro en Administración, maestro en Ciencias de la Educación con especialización en Gestión de Estudios Superiores, maestrante en Ciencias del Deporte, maestrante en Metodología del Entrenamiento Deportivo, maestrante en Periodismo y Comunicación Deportiva, licenciado en Educación Física, licenciado en Derecho.