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Carlos Zambrano
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Desde mi yarda | ¿Y los coaches? ¿Qué no vinieron?

2025-08-19 12:37:00

Ética en el coucheo: entre el grito de la grosería y la verdadera formación en valores

El futbol americano en México siempre ha sido más que un deporte. Es una actividad que cambia vidas, para bien o para mal. En el entrenamiento diario y en cada partido que se juegue, se refleja un microcosmos de la sociedad, donde la disciplina, la unión y el esfuerzo colectivo se convierten en herramientas para la vida. Son los famosos "valores" que tanto se proclaman en esta actividad. Sin embargo, el papel del entrenador —ese guía que marca la diferencia en el desarrollo de los jóvenes— ha cambiado con el tiempo, y tristemente no siempre ha sido para bien.

En épocas pasadas, los entrenadores eran vistos como figuras paternas. Más allá de enseñar sistemas ofensivos o defensivos, se encargaban de formar hombres íntegros. Con paciencia, firmeza y valores, buscaban que sus jugadores fueran no solo buenos atletas, sino también mejores hijos, estudiantes y ciudadanos. El regaño existía, pero no desde la humillación ni desde la violencia verbal como hoy en día, sino como un acto pedagógico que buscaba hacer reflexionar y corregir con respeto. Por eso el football cambiaba vidas, por esos métodos antiguos que, aunque hoy comienzan a pasar a la historia (tanto en casa como en los campos de entrenamiento), eran muy efectivos al ver con el paso del tiempo, como casos de muchachos con grandes problemas de conducta, iban mejorando su actitud hasta convertirse en hombre de bien. Algunos fueron campeones con sus equipos, Pero la mayoría fueron campeones de vida con su cambio de actitud.

Hoy, en cambio, es común ver entrenadores que basan su “motivación” en la grosería y el insulto constante. El grito se convierte en la herramienta principal, como si el volumen y la ofensa pudieran sustituir la enseñanza y la inspiración.

 Para algunos, ser agresivo verbalmente es sinónimo de “exigir”; y en determinado momento es bueno y porque no reconocerlo, hasta necesario. Sin embargo, lo único que generan es un ambiente hostil en el que los jugadores se acostumbran al maltrato y normalizan la falta de respeto. Y lo peor, en algunos casos esa actitud permea hacia la sociedad convirtiéndose en personas con problemas de actitud.

Este cambio no es casualidad. La presión actual de las autoridades por los resultados inmediatos, la influencia de modelos profesionales donde los reflectores pesan más que los valores, y una sociedad cada vez más acelerada han deformado la esencia del entrenador. Se privilegia ganar a toda costa sobre la formación integral del joven. Pero si eres una institución educativa ¿cuál es tu razón de ser? ¿ganar campeonatos? o ¿formar individuos? ¿darles a tus alumnos una actividad deportiva donde refuercen valores de vida? o ¿darle a un grupo de gente externa a las instituciones educativas logros deportivos, llámese récords o campeonatos?

Entonces, ¿qué es lo correcto? ¿Insultar y vociferar groserías para despertar una reacción momentánea? o ¿ser un guía que acompañe el proceso de crecimiento personal de los muchachos? La respuesta parece clara: un entrenador debería aspirar a ser más que un estratega. Debe ser una figura que entienda que muchos jugadores provienen de entornos complicados y que, en ellos, el equipo es su refugio. Estos jóvenes necesitan disciplina, sí, pero también comprensión, respeto y, sobre todo, un ejemplo de vida que los motive a ser mejores fuera del campo.

La verdadera grandeza de un entrenador no se mide solo en los campeonatos que logra, sino en los hombres que entrega a la sociedad. Hoy, más que nunca, nuestro país necesita formadores que construyan, no que destruyan; que enseñen con firmeza, pero también con humanidad. El reto está en que las nuevas generaciones de entrenadores entiendan que educar en valores es, al final del día, la mejor victoria que se puede lograr. Pasar de ser un "entrenador" a convertirte en un " COACH".

Cuestión de enfoques. Y como cada semana, desde la yarda de mi casa unas frías me esperan para ver el inicio de la NFL ... Hasta la próxima.

 

 

 

Desde mi yarda

Carlos Zambrano

UAM Xochimilco, Economía; ex jugador de liga mayor con las Águilas Reales, entrenador en todas las categorías del futbol americano nacional. Comentarista de televisión en empresas como SPR, Canal Once, Canal del Congreso y Máximo Avance. Co-fundador del portal tackleo.com y excolumnista en Diario Monitor. Aficionado a la cocina y al deporte de las tackleadas, un poco jugador, un poco chef, un poco entrenador, un poco escritor, de todo un poco… Pero todo con mucha pasión.


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